Por: Claudio Chipana G.
Nunca Cuba estuvo tan presente en una cumbre de las Américas. Estaba en la mente de todos los miembros participantes aún antes de empezar. La gran pregunta que se perfilaba en los corrillos era si finalmente figuraría en la agenda el tema del embargo y la reincorporación de Cuba al sistema interamericano. Los discursos en solidaridad con Cuba de los presidentes de Argentina y de Nicaragua, que se dieron durante la reunión, no dejaban duda alguna de los vientos favorables que hoy se dan hacia Cuba. Además, la voz unánime de los países del Alba, del cual Cuba es miembro, transmitía la convicción de que los tiempos de la pax americana y el intervencionismo en el ‘patio trasero’ debían quedar como experiencias irrepetibles.
Sin embargo, es menester subrayar el aporte a esta nueva situación que vienen representando los nuevos gestos de la administración Obama, pues a no dudarlo ha inaugurado desde la casa blanca una promisoria politica de distensión en los distintos frentes de la arena internacional. Obama se distancia así de su antecesor quien había hecho de la “guerra contra el terror” y la “guerra preventiva”, razones predilectas del intervencionismo. Es así que, días antes de la V cumbre Obama había mostrado un viraje hacia Cuba con ofertas como la flexibilizacion del envío de remesas y la posibilidad de que los cubano americanos visiten a la isla.
Como dando señales de nuevos tiempos en Cuba, por su parte Raul Castro respondió con una disposición al diálogo auqnue sin condicionamientos. En general, el “nuevo comienzo” que Obama intenta inaugurar en la región ha sido bien recibido por el conjunto de miembros del órgano interamericano. Es verdad que el trecho que queda por recorrer para el levantamiento del embago, impuesto a Cuba por los EEUU en 1962 es aún impreciso, pero en ningún caso inalcalzable . Nótese el gesto de Hugo Chavez, durante la Cumbre, ofreciendole su amistad y el regalo de un libro de E Galeano (“La Venas abiertas de America Latina”) que fue bien recepcionado por Obama. Sabemos que los gestos y las realidades en estos predios no siempre se condicen.
EEUU quiere acercarse a Cuba con una agenda que incluya el tema de los derechos humanos y la libertad de los presos políticos - léase derechos para la disidencia - etc. Cuba ha respondido que está llana a tratar todos estos temas sin excepcion con la sóla condición del respeto de su soberanía y los principios de la revolución que lleva 50 años y cuyo aniversario se celebró hace poco.
A nadie escapa el hecho de que EEUU se encuentra en una situación vulnerable en su economía, con una crisis financiera y una recesión como no ha ocurrido desde los años 30. Es más, para muchos estariamos asistiendo al final de a hegemonía norteamericana en la medida que un mundo unipolar, hoy, es insostenible. Nuevos actores entran en escena, nuevas economías como las de China, Brasil, India, etc. cuyo protagonismo fue evidente en la reunión reciente del G20 en Londres. Todo ello asociado al desatre que significó para la politica exterior estadounidense la invasión a Irak.
Latinoamérica esta ahora más unida y con planteamientos más claros y homogéneos, con nuevas voces y exigencias en lo que respecta a su soberanía . El nuevo rostro que presenta Latinoamérica se debe en gran parte al fracaso del modelo neoliberal y la necesidad de parte de las naciones latinoamericanas de efectuar políticas alternativas e integradoras. Ahí estan los bloques de UNASUR y el ALBA como nuevos actores.
Las razones de mantener un bloqueo contra Cuba son cada vez más obsoletas e insostenibles. La propia Hillary Clinton ha admitido que la política frente a Cuba ha fracasado. En esta cumbre, al clamor latinoamericano del levantamiento del bloqueo se ha sumado una posición más resuelta proveniente de los miembros del ALBA quienes acordaron no firmar el acta final en señal de solidaridad.
De cualquier forma, lo menos que puede esperar EEUU de Cuba, en el actual contexto, es un ‘regime change’. Por el contrario lo que sí se debería esperar de los EEUU es un mínimo de coherencia. Los EEUU tienen como mayor socio económico a China cuyo ‘régimen’ político no dista del de Cuba. ¿Se le ocurriría a EEUU ponerle al gigante asiático alguna precondición que comprometiese su régimen político ahora que más lo necesita para salir del atolladero?.
Londres, 19 de abril 2009
Nunca Cuba estuvo tan presente en una cumbre de las Américas. Estaba en la mente de todos los miembros participantes aún antes de empezar. La gran pregunta que se perfilaba en los corrillos era si finalmente figuraría en la agenda el tema del embargo y la reincorporación de Cuba al sistema interamericano. Los discursos en solidaridad con Cuba de los presidentes de Argentina y de Nicaragua, que se dieron durante la reunión, no dejaban duda alguna de los vientos favorables que hoy se dan hacia Cuba. Además, la voz unánime de los países del Alba, del cual Cuba es miembro, transmitía la convicción de que los tiempos de la pax americana y el intervencionismo en el ‘patio trasero’ debían quedar como experiencias irrepetibles.
Sin embargo, es menester subrayar el aporte a esta nueva situación que vienen representando los nuevos gestos de la administración Obama, pues a no dudarlo ha inaugurado desde la casa blanca una promisoria politica de distensión en los distintos frentes de la arena internacional. Obama se distancia así de su antecesor quien había hecho de la “guerra contra el terror” y la “guerra preventiva”, razones predilectas del intervencionismo. Es así que, días antes de la V cumbre Obama había mostrado un viraje hacia Cuba con ofertas como la flexibilizacion del envío de remesas y la posibilidad de que los cubano americanos visiten a la isla.
Como dando señales de nuevos tiempos en Cuba, por su parte Raul Castro respondió con una disposición al diálogo auqnue sin condicionamientos. En general, el “nuevo comienzo” que Obama intenta inaugurar en la región ha sido bien recibido por el conjunto de miembros del órgano interamericano. Es verdad que el trecho que queda por recorrer para el levantamiento del embago, impuesto a Cuba por los EEUU en 1962 es aún impreciso, pero en ningún caso inalcalzable . Nótese el gesto de Hugo Chavez, durante la Cumbre, ofreciendole su amistad y el regalo de un libro de E Galeano (“La Venas abiertas de America Latina”) que fue bien recepcionado por Obama. Sabemos que los gestos y las realidades en estos predios no siempre se condicen.
EEUU quiere acercarse a Cuba con una agenda que incluya el tema de los derechos humanos y la libertad de los presos políticos - léase derechos para la disidencia - etc. Cuba ha respondido que está llana a tratar todos estos temas sin excepcion con la sóla condición del respeto de su soberanía y los principios de la revolución que lleva 50 años y cuyo aniversario se celebró hace poco.
A nadie escapa el hecho de que EEUU se encuentra en una situación vulnerable en su economía, con una crisis financiera y una recesión como no ha ocurrido desde los años 30. Es más, para muchos estariamos asistiendo al final de a hegemonía norteamericana en la medida que un mundo unipolar, hoy, es insostenible. Nuevos actores entran en escena, nuevas economías como las de China, Brasil, India, etc. cuyo protagonismo fue evidente en la reunión reciente del G20 en Londres. Todo ello asociado al desatre que significó para la politica exterior estadounidense la invasión a Irak.
Latinoamérica esta ahora más unida y con planteamientos más claros y homogéneos, con nuevas voces y exigencias en lo que respecta a su soberanía . El nuevo rostro que presenta Latinoamérica se debe en gran parte al fracaso del modelo neoliberal y la necesidad de parte de las naciones latinoamericanas de efectuar políticas alternativas e integradoras. Ahí estan los bloques de UNASUR y el ALBA como nuevos actores.
Las razones de mantener un bloqueo contra Cuba son cada vez más obsoletas e insostenibles. La propia Hillary Clinton ha admitido que la política frente a Cuba ha fracasado. En esta cumbre, al clamor latinoamericano del levantamiento del bloqueo se ha sumado una posición más resuelta proveniente de los miembros del ALBA quienes acordaron no firmar el acta final en señal de solidaridad.
De cualquier forma, lo menos que puede esperar EEUU de Cuba, en el actual contexto, es un ‘regime change’. Por el contrario lo que sí se debería esperar de los EEUU es un mínimo de coherencia. Los EEUU tienen como mayor socio económico a China cuyo ‘régimen’ político no dista del de Cuba. ¿Se le ocurriría a EEUU ponerle al gigante asiático alguna precondición que comprometiese su régimen político ahora que más lo necesita para salir del atolladero?.
Londres, 19 de abril 2009
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