Saturday, October 30, 2010

En defensa de un bloguero peruano

Por Claudio Chipana G.

En un claro atentado contra libertad de expresión, el bloguero peruano José A Godoy ha sido sentenciado a 3 años de prisión suspendida y un pago de 300,000 soles más una multa que le impuso una jueza por el supuesto delito de difamación contra el empresario y político Jorge Mufarech.

En un caso sin precedentes la justicia peruana, muy venida a menos últimamente, sanciona a un conocido y destacado periodista del mundo del blog, quien ha demostrado a través de su blog Desde el Tercer Piso, una línea independiente y acuciosa labor de investigación periodística sobre los hechos de la política nacional.

El “pecado” de Godoy fue simplemente reproducir, cosa frecuente en el mundo del blog, mediante links, información de algunos casos judiciales en los que el Sr Mufarech había estado envuelto en el pasado.
Lo cual fue interpretado por el ofendido empresario y por la Sra. jueza, que además se dice que pertenece al partido de gobierno para mayores detalles, como un caso de difamación y que por lo tanto un delito punible penalmente.

Lo cierto es que este caso, único hasta la fecha por tratarse de un periodista del internet, puede significar una amenaza contra la libertad de opinar por parte de los blogueros y otros usuarios del internet. Nada nos impide suponer que esta pena contra Desde el Tercer Piso sea una advertencia y una clara señal contra los que recurren a la red virtual para expresar libremente sus ideas y opiniones políticas.

Ya antes algunos parlamentarios, recientemente, habían sugerido el control de este medio virtual por la incomodidad que suponen dadas las denuncias de corrupción y malos manejos.

Esta sanción no deja espacio para pensar otra cosa distinta que un “castigo ejemplar” y un amedrentamiento a esta nueva forma de hacer periodismo que está lejos del alcance de los controles tradicionales de los medios informativos incómodos o contestatarios.

Sin embargo, ya otros casos de censura se habían dado en el panorama nacional. El cierre y luego reapertura de radio La Voz de Bagua como resultado de haber transmitido los sucesos de Bagua, aquella masacre de indígenas y policías, y últimamente algunas movidas desde el poder contra periodistas o programas incómodos en la televisión en el curso de la campaña electoral municipal que dio como ganadora a Susana Villarán de Fuerza Social.

Lo inusitado de la sentencia contra Godoy ha provocado la preocupación de periodistas de distintos medios que han hecho sentir su voz de protesta.

Es de esperar que la sentencia de dudosa factura, emitida por aquella jueza, sea revertida por el tribunal superior una vez que se produzca la apelación a la que tiene derecho del autor de Desde el Tercer Piso, que como queda dicho es un blog, como no muchos, informado, independiente y crítico.

La derecha económica y política no podrá detener ni atemorizar a los blogueros pues pese a los múltiples usos que se pueda hacer del internet, se trata de medio que le pertenece a todos y hoy por hoy, es una reserva del pensamiento independiente como es el caso de las revelaciones de los wikileaks que han puesto al descubierto casos abominables de tortura en Irak. Solidaridad con Godoy.
Londres 30 10 10

Tuesday, October 12, 2010

Vargas Llosa, el Nobel y el discurso liberal

Por Claudio Chipana G.

En toda empresa literaria hay la lucha por encontrar un medio propio para expresarse, y cuanto más intensa más peculiar y personal. En el caso de Vargas Llosa la batalla por una expresión literaria habría sido ganada por el escritor al haber sido merecedor de la máxima presea para todo novelista como es el Nobel. Y no es para menos, seguramente, en la premiación del escritor han contado su prolijidad, la riqueza expresiva su obra, su estilo innovador, su amplia y rica temática.

Sin embargo, si hay algo que ha capturado particularmente la atención de la crítica en la obra del escritor son los temas de la libertad y la batalla del individuo en el mundo actual, en la urbe real o imaginada. No en vano la Academia premia a nuestro novelista por su contribución a la comprensión de la ‘cartografía del poder’. En efecto, en la producción novelística del autor de “La Fiesta del Chivo” hay una preocupación constante por las dinámicas del poder y la incapacidad del hombre contemporáneo de hacer prevalecer la libertad.

Igualmente, en la obra vargasllosiana, hay una lucha entre la relación entre ficción y realidad. Vargas Llosa, escritor y ensayista, siempre preció la ficción como algo esencial que nos permitiría compensar las carencias de la vida cotidiana. Es así que nuestro novelista echa mano a la ficción para exponer la realidad sin máscaras, extrayendo sus personajes de la cruda realidad.

Vargas Llosa expone la miseria del poder, la villanía del autoritarismo. Sin embargo, Vargas Llosa no está interesado tanto en urgar en las raíces profundas del autoritarismo como mostrar el tejido palpable del poder y que expone virtuosamente en sus novelas más celebradas. En este sentido, es más naturalista que realista. Diríamos que su ‘cartografia’ del poder encuadra en el hiperrealismo del postmodernismo. De ahí las limitaciones de la capacidad crítica de lo real del discurso ínsito en la escritura literaria y política vargasllosiana.

Vargas Llosa explora hábilmente el rostro decadente del hombre pero no se esfuerza para nada en avanzar en las inmensas e infinitas posibilidades del ser humano. Su conservadurismo y su naturalismo le impiden dar ese paso. El suyo es un realismo de la superficie. No va a las raíces últimas del poder que es el poder económico. Por ello, no es gratuito que Vargas Llosa no alcance a ver la dictadura del gran capital, el poder de los imperios. No ve que las transnacionales liquidan la libertad el individuo y de los pueblos. Consecuente con su visión liberal decimonónica ve democracia donde sólo hay la dictadura del mercado.

Tampoco abre los ojos al hecho concreto de la batalla cotidiana y anónima de hombres y mujeres que luchan contra la injusticia y un mundo nuevo.
Vargas Llosa como un ‘cartógrafo’ del poder y de la condición humana atisba a presentarnos las manifestaciones de la ambición por el control del poder. Sin duda, su obra es un referente que se asocia al esfuerzo literario de otros notables escritores latinoamericanos, como Carpentier, Roa Bastos, García Márquez, que ausculta el drama de las dictaduras en nuestro continente.

La obra de Vargas Llosa, si bien es una minuciosa descripción de los vericuetos del poder, en ningún caso conlleva una subversión de la realidad social. Su disgusto con las dictaduras es más estético que político. Vargas Llosa es un revolucionario del estilo, pero un conservador de la política y de las ideas. El novelador de las dictaduras se somete, en última instancia, como es más claro aun en sus ensayos e intervenciones políticas, a la dictadura de lo real, al poder real, a la hegemonía de las transnacionales y las oligarquías, en suma, del capitalismo.

Entre el V. Llosa literario y el V. Llosa político, contra lo que muchos suponen, puede advertirse un cordón umbilical. El realismo conservador básico en la obra de Vargas Llosa literaria y política asoma de uno y otro caso.
La suya es una escritura que se alimenta de motivos que salen de los márgenes, el burdel, el ejército, los andes, la selva misteriosa, lo extraordinario, la pasiones humanas, del poder, del aventurero. Típicos motivos de la literatura burguesa del siglo XIX.

Vargas Llosa es uno de nuestros escritores más europeizados y cosmopolitas, por un lado, porque asimila hábilmente la técnica de la narrativa occidental, y por otro, porque la matriz de su pensamiento reposa en la visión occidental hegemónica del mundo.

Con la frase “soy el Perú” a lo mejor haya querido por fin recoger la voz de todos, del rico y del pobre, del occidental y del andino, como muchos que abandonan sus prejuicios de clase para abrazar otros ideales que responden al de las masas que viven en extrema pobreza y el analfabetismo. Sin embargo, el elitismo de Vargas Llosa le obnubila lo suficiente como para no recoger lo popular. Vargas Llosa escribe para una masa de lectores, mas no para los lectores de la masa.

Por eso, Vargas Llosa jamás cuajó como un referente del Perú profundo. VLL es un escritor que sin abandonar el color local es ante todo un literato cosmopolita con algunos atisbos de una crítica social. “Zavalita”, el “Jaguar” y otros personajes aportan a una radiografía del ser nacional, así como personajes como el “Chivo” aportan para entender el ser latinoamericano.

Sin embargo, no hay un proyecto intencionado. Sus personajes y situaciones son tomados de un anaquel abigarrado y variopinto. El escritor acierta en exponer los múltiples fracasos del sistema político latinoamericano. Pero no hay una crítica del verdadero poder detrás de las dictaduras y los golpes de estado. Vargas Llosa deja indemne el gran poder detrás del trono. Jamás toca las dictaduras mayores que están detrás de los dictadorzuelos. Se detiene ante los imperios y los sistemas oligárquicos locales.

La falla del liberalismo vargasllosano está en su concepción y carácter de clase. El suyo es un liberalismo abstracto, pasadista y ambiguo. Es antifujimorista y antimilitarista, pero también un convicto anticastrista y antichavista.

Vargas LLosa, es cierto, se enfrenta al fujimorismo, todo un sistema de corrupción como forma de gobierno, pero también se enfrenta a la revolución cubana luego de haber simpatizado brevemente con ella. Se opone a los movimientos y esfuerzos progresistas hoy en curso en Latinoamérica. Su lucha por la libertad no le ha impedido adoptar un talante abiertamente conservador y reaccionario, apoyando a la derecha latinoamericana e internacional, premunido del consabido discurso de las ‘sociedades abiertas’.

El premio nobel sólo añade mayor interés a la complejidad y la ambigüedades del discurso vargasllosiano .

Londres, 9 10 10

Wednesday, October 06, 2010

Susana Villarán ¿Triunfo o fraude electoral?

Por Claudio Chipana G.

Enorme preocupación ha despertado entre los electores la demora en el escrutinio de los votos en las elecciones municipales en Lima. Inexplicablemente, algo sin precedentes, se han consignado alrededor del 26% de actas como impugnadas u observadas. Cuando la última palabra, el veredicto definitivo debería reposar en la voluntad popular, peligrosamente, las decisiones para dirimir la validez los votos vienen siendo derivadas a las instancias judiciales y burocráticas.

No obstante la clara señal del triunfo de la candidata de Fuerza Social dada por los sondeos a boca de urna y el conteo rápido poco después del fin de los comicios del domingo 3 de octubre, el partido contendor PPC-UN, su líder, y los medios de ultraderecha, han estado alimentando la creencia de un resultado adverso a la candidata de izquierda Susana Villarán. Para ello se han valido de diversas argucias y de la propia pasmosa lentitud de la ONPE el organismo electoral encargado del conteo de votos.

La dilación en emitir los resultados por el ente oficial empezó a despertar suspicacias a pocas horas de iniciado el conteo. Se dijo que ello se debió al alto número de actas impugnadas. Precisamente, las denuncias iban en el sentido de que las actas impugnadas en su gran mayoría eran las que correspondían a sectores donde Fuera Social gozaba de favoritismo. El cargamontón de la derecha contra Susana Villarán durante la campana electoral era de esperarse que se tradujera en igual medida durante el escrutinio ante el hecho de que Fuerza Social no contaba con suficientes personeros para cubrir todas las mesas.

El propio presidente de la República había declarado alguna vez que él podía hacer posible que algún candidato no llegase a ganar una elección. Aunado a esto, los medios derechistas y la misma candidata Lourdes Flores aun abrigaban esperanzas de un triunfo en contra de una tendencia estadística que los especialistas veían como irreversible.

Sólo después de tres días de realizadas las elecciones la ONPE ha informado sobre los resultados a un 100% de los votos validos, obsérvese no del total de los votos emitidos. Según este último reporte Susana alcanza el 38.45 % de la votación mientras que Lourdes Flores obtiene el 37.58 %. Pero se ha dicho que aún habría que esperar seis días más para saber el resultado total incluyendo las actas impugnadas y observadas que representan 1’ 500,000 votos aproximadamente.

No sólo está el hecho de lo caduco del sistema electoral evidenciado en el alto número de observaciones e impugnaciones que arrojan dudas y suspicacias sobre la intencionalidad de esa práctica, sino también la oposición del gobierno a modernizar el sistema.

Luego de la feroz campaña contra la candidatura durante la campana contra la candidata de la izquierda por parte de todos os partidos y los medios de la derecha, ahora se torna imperativo estar alertas ante lo que ocurra con los resultados.

La ONPE debe declarar oficialmente ganadora a Susana Villarán y no prestarse al juego turbio de la derecha de querer pescar a rio revuelto y cambiar los resultados tras bambalinas. La voluntad del pueblo debe respetarse.

Londres 6 de octubre d 2010